El principio de ritmo, encierra la verdad universal de que todo lo que existe manifiesta un movimiento rítmico, un flujo y un reflujo, como una marea: una pleamar y una bajamar; un movimiento hacia adelante y hacia atrás, un movimiento pendular entre los dos polos. Este principio se manifiesta en todos los planos: físico, mental y espiritual.
El principio de ritmo está estrechamente
relacionado con el principio de polaridad, que
vimos anteriormente. El ritmo se manifiesta
entre los dos polos presentes en cada creación o manifestación.
Esto no significa, sin embargo, que el péndulo que marca el ritmo oscile hasta los polos
extremos, esto rara vez ocurre, de hecho, es difícil establecer los opuestos
polares extremos en la mayoría de los casos. Pero la oscilación es siempre
primero hacia un polo y luego hacia el otro.
El ritmo se
manifiesta en la creación y destrucción de mundos, en el auge y caída de las
naciones, en la historia de vida de todas las cosas, y también en los estados
mentales del ser humano.
Ritmo es el orden acompasado
en la sucesión o acontecimiento de las cosas. Es la forma en que se suceden de
manera alternativa y periódica una serie de cosas o eventos.
Movimiento, orden y periodicidad están relacionados con el ritmo. Esto es aplicable a los universos y a todo
en la naturaleza, a la música, la poesía, la respiración, la forma de hablar,
de pensar e incluso de amar. El corazón tiene su ritmo. La actividad eléctrica
del cerebro tiene su ritmo.
Las ondas cerebrales
son los diversos ritmos de activación
neurológica del cerebro y van desde los muy rápidos a los muy lentos. Aunque
durante un tiempo determinado un área concreta del cerebro pueda reflejar un patrón
de ondas cerebrales más o menos unificado,
la actividad bioeléctrica del cerebro tiende a fluctuar mostrando una colección
de patrones de actividad neuronal compleja y siempre cambiante.
Para entender cómo funcionan las ondas cerebrales y hacernos
una idea de la inmensa complejidad de energía e información que fluye por el cerebro a cada instante, imaginemos por un momento
el cerebro como un organismo rítmico. Si el cerebro fuera alguien tocando la
batería o la percusión, los diferentes tipos de ondas cerebrales serían los
diferentes compases y tempos disponibles.
Además y extendiendo la analogía, si pudiéramos escuchar al
cerebro no sonaría una única persona tocando sino muchas a la vez, aunque
de forma coordinada, y cada una estaría utilizando diferentes compases y tempos,
como una verdadera orquesta. La infinita cantidad de combinaciones y texturas
posibles determinarían, en parte, la composición de nuestros estados mentales y
su eficacia y funcionamiento.
Las ondas cerebrales son
reverberaciones electromagnéticas de este
complejo flujo dinámico de energía e información que es nuestro cerebro a cada
instante. Por eso en ningún momento un único patrón de ondas cerebrales domina
la totalidad del cerebro.
Esta actividad rítmica y fluctuante se refiere tanto a una
cadencia de “disparo neuronal” (encendido/apagado) como a los ciclos de oscilación electromagnética que derivan de tal
actividad.
Hay 5 categorías de ondas cerebrales:
Patrón de ondas cerebrales
Gamma (de 40 a 99 hz):
Atención selectiva, altos niveles de organización cerebral,
comunicación neuronal, procesamiento unificado de estímulos externos,
Integración de información sensorial por encima de la media. Aumento de la
autoconciencia e insight (percepción, perspicacia, agudeza, intuición) .
Claridad mental. Notablemente ausentes en los casos de esquizofrenia.
Totalmente suprimidas bajo los efectos de la anestesia. Se cree que tienen una
profunda influencia sobre la percepción y la consciencia despierta (vigilia).
Se encuentran en todas las áreas del cerebro. Son más prominentes en
meditadores avanzados, en concreto en los que practican zazen.
Beta (de 13 a 39 Hz):
Estado muy despierto, alerta, concentrado. Análisis y
asimilación rápidos de información nueva, procesamiento mental complejo. Consciencia
sensorial y motriz, alto rendimiento físico y mental. No puede ser sostenido
indefinidamente. Su prolongación puede llevar al agotamiento, la ansiedad y la
tensión. En pequeños aumentos puede mejorar la inteligencia cognitiva.
Alfa (de 8 a 12Hz):
Aprendizaje acelerado. Comienzo de la somnolencia. Estado de
alerta relajada. Meditación Zen. Concentración de foco abierto (término acuñado
por el Dr. Les Fehmi). Puede
estimular la producción de serotonina, vital en la regulación de los estados de
ánimo y del sueño.
Zeta o Theta (de 4 a 7.5HZ):
Estado hipnagógico. Sueños. Creatividad, inspiración.
Imaginaciones y visualizaciones vívidas y detalladas. Meditación profunda.
Experiencias extracorporales. Memoria a largo plazo.
Delta (de 5 a 3.4Hz):
Sueño profundo sin sueños REM. Consciencia expandida y sin
forma. Meditación muy profunda. Sanación y recuperación. Empatía.
La vida misma es una cuestión de ritmo
Los universos son creados, alcanzan su punto bajo de
materialidad, y luego comienzan su oscilación hacia arriba.
Las estrellas nacen y luego de alcanzar la cúspide de su
poder, que es el punto de máxima amplitud de su onda, el proceso de retroceso comienza, y después de eones se
convierten en masas muertas de materia, aguardando otro impulso que despierte
de nuevo sus energías internas a la actividad y se inicia un nuevo ciclo de
vida solar.
Y así es con todos los mundos: nacen, crecen y mueren, sólo
para renacer. Y así es con todas las cosas y las formas; oscilan de la acción a
la reacción, del nacimiento a la muerte, de la actividad a la inactividad, y
luego de vuelta otra vez.
Lo mismo sucede con todos los seres vivos: nacen, crecen y
mueren, y luego renacen.
Al igual que todos los grandes movimientos, filosofías,
credos, modas, gobiernos, naciones y todo lo demás: nacimiento, crecimiento,
madurez, decadencia, muerte, y luego renacimiento.
La oscilación del péndulo está siempre en evidencia
La noche sigue al día y este a su
vez sigue a la noche. El péndulo oscila de verano a invierno, y luego de vuelta
otra vez.
Las partículas, átomos, moléculas
y todas las masas de materia, oscilan
alrededor del círculo de su naturaleza.
No hay tal cosa como el reposo
absoluto, o cesación del movimiento. Todo lo que existe está en movimiento y
todo tiene un ritmo. Este principio es de
aplicación universal.
Se puede aplicar a cualquier
cuestión y a fenómenos en cualquiera de los muchos planos de la vida. Se puede
aplicar a todas las fases de la actividad humana.
Siempre existe la oscilación rítmica de un polo al otro
El péndulo universal está siempre en movimiento. Las mareas de la vida fluyen hacia dentro y hacia
fuera, tal como la respiración del universo.
El principio de ritmo es aceptado por la ciencia moderna, y es
considerado una ley universal, aunque es aplicado solo a las cosas materiales.
Pero en realidad este principio va mucho más lejos, y sus
manifestaciones e influencia se extienden a las actividades mentales del ser humano,
y así podemos comprender la sucesión de estados de ánimo, sentimientos y pensamientos,
a veces confusos, que notamos en nosotros mismos y nos cuesta dominar.
De esta manera estudiando este principio podrás aprender a controlar y equilibrar
estos estados mediante la transmutación.
Mientras el principio de ritmo es invariable, refiriéndonos
en particular a los fenómenos mentales, podemos considerar dos planos de
manifestación de los mismos.
Hay dos planos generales de conciencia, el superior y el inferior,
la comprensión de esta naturaleza te capacitará para elevarte al plano superior y así alejarse de la
oscilación del péndulo rítmico que se manifiesta inevitablemente en el plano
inferior.
En otras palabras, el nivel consciente no se ve afectado por
la oscilación del péndulo que se produce en el plano inconsciente.
A esto le llama la ley de
neutralización.
Este método consiste en la elevación de tu conciencia por
encima de las vibraciones del plano inconsciente de la actividad mental, de
manera que la oscilación negativa del péndulo no se manifiesta en la
conciencia, y por lo tanto no te verás afectado.
Es similar a elevarse por encima de una cosa y dejar que
pase por debajo.
El método consiste en polarizarte
en el polo deseado, y utilizando la “negación” evitas su influencia sobre vos,
es decir, te mantienes firme en tu posición polarizada, permitiendo que el
péndulo mental oscile hacia atrás a lo largo del plano inconsciente y no afecte
tu estado mental.
Dicho de otra forma: aceptar sin
identificarte.
Ves la totalidad del proceso o movimiento y eso te permite
no bascular hacia el polo negativo.
La negación además de
equilibrar tus procesos mentales, sirve como un filtro de tus percepciones.
Negar que solo eres un cuerpo físico es aceptar que eres un
ser espiritual y desde este lugar puedes comprender y servirte del aspecto
material de tu vida.
Asumes todos los aspectos de tu existencia sin
identificarte con ninguno ya que eres todos ellos
Pero sin olvidar que los planos inferiores o físicos son una
proyección o materialización de los
planos superiores e inmateriales.
En este punto conviene aclarar que no se trata de volverse
negativo o generar pensamientos o sentimientos negativos, sino de negar con tu voluntad y observación
la tendencia a oscilar hacia los planos de vibración de tu ser más bajos y
negativos.
Todos los individuos que han alcanzado cualquier grado de
dominio de sí mismo, logran esto, más o menos inconscientemente, y al negarse a permitir que sus estados de
ánimo y los estados mentales negativos les afecten, aplican este método.
Pero incluso, con práctica y domino puedes llevar esta
habilidad a un grado mucho más alto y mediante tu propósito
y energía alcanzar un grado de control y firmeza mental
casi imposible de creer por parte de los que se dejan bascular todo el tiempo por
el péndulo mental de los estados de ánimo y sentimientos.
Esta es la diferencia fundamental entre los seres ordinarios
y los sabios.
Si comprendes esto apreciarás la importancia de desarrollar
en vos este poder
Considera por un momento lo mucho que estas oscilaciones rítmicas han afectado tu
vida. Cómo un período de entusiasmo ha sido seguido invariablemente por un
sentimiento opuesto, es decir, un estado
de ánimo depresivo o de falta de motivación. Picos de alegría y luego bajones.
Momentos en los que todo parece salirte bien y luego lo contrario (y a veces
incrementado). Períodos de buena salud seguidos de falta de ella, etc.
Esto le ocurre a la mayoría de las personas, suben y bajan
con las mareas de sentimientos y emociones, sin sospechar siquiera que la causa
o la razón de estos fenómenos es una cuestión de ritmo.
Lamentablemente, muchos concurren a “especialistas” modernos:
psicólogos o psiquiatras, que desconociendo este principio universal, rotulan a
las personas con falsas enfermedades (trastornos bipolares, depresión endógena,
ansiedad, fobias, etc, etc) y lo que es peor…las medican!
La comprensión
del funcionamiento de este principio te dará la llave para la maestría de estas
oscilaciones rítmicas del sentimiento, y te
capacitará para conocerte mejor y para evitar ser arrastrados por estas subidas
y bajadas.
Si bien el principio de ritmo nunca puede ser eliminado,
puedes controlarlo mediante la voluntad.
Podemos neutralizar sus efectos, pero sin embargo debes
saber que el principio se aplica.
El péndulo siempre oscila, aunque podamos escapar de ser
arrastrados junto con él
Hay otras características de la aplicación de este principio
de ritmo que es importante conocer.
Es lo que se conoce como la ley de
compensación.
Una de las definiciones o significados de la palabra
"compensar" es “contrarrestar", que es el sentido en que vamos a
usar este término. Es esta ley de compensación a la que nos referimos cuando se
dice: "La medida de la oscilación hacia la derecha es la medida de la
oscilación hacia la izquierda; el ritmo compensa."
La ley de compensación es
que la oscilación en una dirección determina la oscilación en la dirección
opuesta, o hacia el polo opuesto. El movimiento hacia un lado se relaciona con
su opuesto.
En física le llaman ley
de acción y reacción.
En el plano físico vemos muchos ejemplos de esta ley. El
péndulo del reloj oscila a una cierta distancia hacia la derecha, y luego a la
misma distancia hacia la izquierda.
Las estaciones se equilibran entre sí de la misma manera.
Las mareas siguen la misma ley. Y la misma ley se manifiesta en todos los
fenómenos del ritmo. El péndulo, con una
oscilación corta en una dirección tiene un swing corto en el otro, mientras que
la oscilación larga hacia la derecha significa invariablemente la oscilación
larga hacia la izquierda. Con una hamaca pasa lo mismo.
Un objeto lanzado hacia arriba a una cierta altura tiene una
distancia igual para atravesar en su retorno.
Esta ley es constante en el plano físico, es muy básico, la
ciencia convencional lo enseña incluso en las escuelas.
Ampliemos más el campo de percepción.
La medida de tu felicidad presente es la medida de tu
infelicidad pasada
Del otro lado, si sabes como funciona el ritmo y la compensación,
puedes aceptar que el sufrimiento o el dolor actual es la vuelta del péndulo de
tu placer pasado.
Consideremos la continuidad de la cadena de vidas, y que son
parte de la vida de una persona, por lo que en consecuencia la oscilación rítmica
se entiende de esta manera.
Pero puedes escapar de la oscilación hacia el dolor, por el proceso de neutralización antes
mencionado.
Elevándote al plano superior de tu ser, gran parte de la
experiencia dolorosa de los que viven en el plano inferior, será evitada e incluso neutralizada.
La ley de
compensación juega un papel importante en la vida de hombres y mujeres. Te
das cuenta de que uno generalmente “paga el precio" por lo que tiene o no
tiene. El que tiene una cosa, carece de otra, no se puede escapar a esta ley de
equilibrio cósmico. Nadie puede
"conservar su dinero y tener el pedazo de torta" al mismo tiempo.
Todo tiene un precio, material o inmaterial.
Todo tiene su pro y su contra
Las cosas que uno gana siempre están pagadas por las cosas
que uno pierde. El rico posee mucho de que los pobres carecen, mientras que los
pobres a menudo poseen las cosas que están más allá del alcance de los ricos.
El millonario puede tener la inclinación hacia el banquete y
la riqueza para asegurar todas las exquisiteces
y lujos de una mesa suculenta, pero generalmente le falta el apetito (y la
necesidad) para disfrutar de la misma; y muchos seguramente envidian el apetito
y la digestión del más pobre, que no posee la riqueza y las inclinaciones del
millonario, y que obtiene más placer y agradecimiento por la comida, que el
millonario no podría obtener incluso si su apetito no estuviera hastiado, ni su
digestión arruinada, por los deseos, hábitos e inclinaciones diferentes. Todo
es así en la vida.
Los que están solos anhelan compañía y los que están siempre
rodeados de gente a menudo anhelan estar solos.
La ley de compensación está
siempre actuando, equilibrando las acciones, y de esto no se escapa. Con el
correr del tiempo siempre tendrás éxito en tu camino y llegarás a lo más alto
de tu camino, a pesar de que muchas vidas pueden ser necesarias para el retorno
del péndulo del Ritmo.
Pero si en este presente, unificas tu
cuerpo y tu mente y el ritmo de tu vida comienza a seguir el orden cósmico,
resonando con el ritmo de la naturaleza,
acelerarás tu evolución y evitarás seguir pagando el precio de la ignorancia,
ya que invertir o apostar en ilusiones generalmente sale caro y te mantiene en
tus niveles inferiores.
La luz de tu comprensión actual ilumina tu pasado y tu
futuro, cancelando deudas y errores
El principio de resonancia
Cuando una fuerza se aplica repetidamente a un sistema con
la frecuencia natural del mismo, el resultado es la aparición de oscilaciones
de gran amplitud.
Resonancia proviene del
latín y significa “eco.”
Todo cuerpo o sistema tiene una, o varias, frecuencias
naturales, depende de las características propias, de la elasticidad de la cosa,
de su forma, composición, etc. Cuando un sistema es excitado en una de sus
frecuencias características, su vibración es la máxima posible.
El fenómeno de resonancia se produce cuando la
frecuencia de la fuerza externa coincide con la frecuencia natural de
oscilación del sistema, resultando en un aumento de la amplitud.
El aumento de vibración se produce porque a estas frecuencias
el sistema entra en resonancia
Como observó Galileo, las oscilaciones de un péndulo
aumentan al aplicarle repetidamente una fuerza pequeña de manera sincrónica.
Cuando la frecuencia de aplicación de la fuerza coincide con la frecuencia del
sistema, las oscilaciones ganan amplitud y se produce el fenómeno conocido como
resonancia.
Balancearse en una hamaca es otro ejemplo de resonancia.
Esto explica también porqué un puente colgante puede caerse soplando un viento
suave, y también como la voz humana puede romper una copa de cristal.
Al sintonizar una emisora de radio estamos haciendo
funcionar el circuito interno de la radio a una frecuencia natural que entra en
resonancia con la frecuencia de emisión de la
emisora deseada y esta última se amplifica, pero dejando el sistema estable.
El universo vibra y
todo en la naturaleza lo hace resonando con estas frecuencias fundamentales
Actualmente vivimos rodeados de frecuencias “artificiales”, nocivas, no
solo electromagnéticas (celulares,
WiFi, microondas, etc), también sonoras (ruidos
de la calle, reggeton, música tecno), visuales
(TV, ordenadores, publicidades).
También el exceso de
pensamiento y la actividad cerebral desordenada
generan vibraciones inarmónicas o “desafinadas”.
Incluso los alimentos procesados
generan desorden en el sistema
interno y disminuyen la capacidad de resonancia celular.
Cada célula de nuestro
cuerpo tiene su frecuencia de vibración natural
Cuando estas resuenan con la fuente fundamental, que es la naturaleza
misma o el orden cósmico, aumentan su amplitud y su funcionamiento y esto se
traduce en un incremento de la energía vital, mejor funcionamiento y
procesamiento de la información y mejor calidad de vida.
La resonancia
celular
Las células tienen la habilidad de comportase como verdaderos resonadores.
Un resonador es cualquier dispositivo o sistema que es capaz de entrar en resonancia o que tiene la capacidad de comportarse de manera resonante, lo cual quiere decir que oscila a unas determinadas frecuencias con una amplitud más grande que a otras.
Las ondas u oscilaciones pueden ser electromagnéticas o mecánicas. Los resonadores se utilizan tanto para generar ondas de frecuencias determinadas o para seleccionar frecuencias específicas de una señal. Por ejemplo, los instrumentos musicales utilizan resonadores acústicos que producen ondas sonoras de tonos específicos.
Una cavidad resonante es un resonador electromagnético, es decir, es un dispositivo formado por un cierto espacio limitado por superficies dieléctricas, que utiliza la resonancia para seleccionar determinadas frecuencias del conjunto de ondas electromagnéticas que lo atraviesan.
Las células de nuestro cuerpo se comportan
como resonadores electromagnéticos
Este tipo de resonancia eléctrica se produce al coincidir la
frecuencia propia de la célula con la frecuencia de una excitación
externa.
Por esto las células pueden entrar
en resonancia entre ellas. El hecho de que sus membranas estén
compuestas por materiales dieléctricos les permiten crear campos
electromagnéticos evanescentes, que transmiten energía e información y les
permiten interactuar con sistemas similares.
Este es el mecanismo electromagnético de control de las funciones biológicas, mediado por biofotones de baja intensidad (radiación electromagnética ultradébil).
Este es el mecanismo electromagnético de control de las funciones biológicas, mediado por biofotones de baja intensidad (radiación electromagnética ultradébil).
La resonancia mórfica crea
campos de información que son un mecanismo de memoria
y aprendizaje en la naturaleza.
Todo lo similar dentro de un sistema autoorganizado será influido por todo lo que ha sucedido en el pasado, y todo lo que suceda en el futuro en un sistema similar será influido por lo que sucede en el presente. Es una memoria en la naturaleza basada en la similitud, y se aplica a átomos, moléculas, cristales, organismos vivos, animales, plantas, cerebros, sociedades y, también, planetas y galaxias. Así que es un principio de memoria y hábito en la naturaleza.
Todo lo similar dentro de un sistema autoorganizado será influido por todo lo que ha sucedido en el pasado, y todo lo que suceda en el futuro en un sistema similar será influido por lo que sucede en el presente. Es una memoria en la naturaleza basada en la similitud, y se aplica a átomos, moléculas, cristales, organismos vivos, animales, plantas, cerebros, sociedades y, también, planetas y galaxias. Así que es un principio de memoria y hábito en la naturaleza.
"Morfo viene de la palabra griega morphe, que significa forma. Los campos mórficos son campos de forma; campos, patrones o estructuras de orden. Estos campos organizan no solo los campos de organismos vivos sino también de cristales y moléculas. Cada tipo de molécula, cada proteína por ejemplo, tiene su propio campo mórfico -un campo de hemoglobina, un campo de insulina, etc. De igual manera cada tipo de cristal, cada tipo de organismo, cada tipo de instinto o patrón de comportamiento tiene su campo mórfico. Estos campos son los que ordenan la naturaleza. Hay muchos tipos de campos porque hay muchos tipos de cosas y patrones en la naturaleza..." (Sheldrake)
Nuestras células naturalmente emiten y absorben fotones, y sin ellos, la vida no sería
posible.
Hay una retroalimentación permanente entre el campo y la materia, de manera que el campo dirige la ubicación y la actividad de la materia, mientras que la materia proporciona las condiciones de contorno del campo. Dado que el campo es casi totalmente coherente, los patrones de interferencia lumínica en el campo contienen la información necesaria sobre la función reguladora.
Hay una retroalimentación permanente entre el campo y la materia, de manera que el campo dirige la ubicación y la actividad de la materia, mientras que la materia proporciona las condiciones de contorno del campo. Dado que el campo es casi totalmente coherente, los patrones de interferencia lumínica en el campo contienen la información necesaria sobre la función reguladora.
Es una cuestión de ritmo y armonía
Cultiva la música en tu vida…y el silencio!
Mariano Giacobone
2014