El análisis de un solo permite desmitificar el proceso de la improvisación, mostrando de manera explícita la lógica musical sobre la cual ha sido creado, “descubriendo los secretos”. Algunas de las características más esenciales de un solo son dificiles de poner en palabras debido a la naturaleza de las mismas y por ello la explicación resulta esquiva, de ahí que la imitación y memorización de una improvisación sea el vehículo apropiado para revelarlas y explorarlas.
Una aplicación práctica de una transcripción es que ésta sirve también como punto de partida para la improvisación, donde las frases transcritas se pueden encadenar con la propia improvisación, lo cual ayuda a generar contexto y permite aprender a mantener la continuidad del discurso. En función de las necesidades y de las áreas que se quieran trabajar, se escogera un solo que tenga las características buscadas.
Otro aspecto de gran importancia es que una transcripción bien escogida de una figura relevante es una fuente constante de inspiración. La imitación de un solo clásico despierta la creatividad en uno, incentivándolo a explorar el camino propio.
Estudio de transcripciones
El primer paso consiste en la memorización, y no en la lectura, del solo que se ha escogido para trabajar. Esto permite centrar la atención en el mayor número de aspectos de la articulación sin la distración de seguir la improvisación en el papel. El solo se ha de tocar junto a la grabación original así como sin ella, haciendo uso de un metrónomo en 2 y 4, tocando encima de un backing track con la misma progresión de acordes y también sin ningún tipo de acompañamiento. Un ejercicio muy importante consiste en grabarse y comparar con la versión original.
Una práctica que ayuda enormemente a la interiorización del solo consiste en transportarlo a diferentes tonalidades, idealmente completando el ciclo de quintas. El proceso permite asimilar las diferentes combinaciones interválicas que dan forma al desarrollo melódico, descubrir nuevas digitaciones e incursionar en zonas del instrumento y tonalidades previamente desatendidas. Idealmente ello ha de hacerse sin escribir el solo en la nueva tonalidad. De igual manera, la transcripción ha de practicarse en diferentes tempos.
El estudio de un músico en particular mostrará la utilización de un vocabulario específico, el cual puede ser altamente original o formar parte de la práctica común de un género determinado, filtrado covenientemente a través de la personalidad del artista en concreto. En cualquier caso, se puede establecer una comunidad de ideas que permita elaborar nuevos modelos de improvisación, reformulaciones del solo original, combinando frases en un orden diferente que den lugar a nuevos solos, descubriendo como el vocabulario puede ser visto de una manera flexible. Este proceso permitirá identificar frases que con posterioridad podrán ser utilizadas en otras improvisaciones y contextos (II – V – I , turnarounds, vocabulario blues, etc.), las cuales habrán de ser debidamente clasificadas, practicadas y memorizadas en todos los tonos y digitaciones.
Una técnica muy útil consiste en alinear los diferentes coros de un solo verticalmente para poder analizar como diferentes conceptos son empleados en el mismo momento de la estructura. A través de este método se puede observar como están organizadas las frases, tanto desde un punto de vista rítmico (densidad, extensión) como armónico/melódico, permitiendo establecer elementos en común y diferencias con claridad.
Una práctica que ayuda enormemente a la interiorización del solo consiste en transportarlo a diferentes tonalidades, idealmente completando el ciclo de quintas. El proceso permite asimilar las diferentes combinaciones interválicas que dan forma al desarrollo melódico, descubrir nuevas digitaciones e incursionar en zonas del instrumento y tonalidades previamente desatendidas. Idealmente ello ha de hacerse sin escribir el solo en la nueva tonalidad. De igual manera, la transcripción ha de practicarse en diferentes tempos.
El estudio de un músico en particular mostrará la utilización de un vocabulario específico, el cual puede ser altamente original o formar parte de la práctica común de un género determinado, filtrado covenientemente a través de la personalidad del artista en concreto. En cualquier caso, se puede establecer una comunidad de ideas que permita elaborar nuevos modelos de improvisación, reformulaciones del solo original, combinando frases en un orden diferente que den lugar a nuevos solos, descubriendo como el vocabulario puede ser visto de una manera flexible. Este proceso permitirá identificar frases que con posterioridad podrán ser utilizadas en otras improvisaciones y contextos (II – V – I , turnarounds, vocabulario blues, etc.), las cuales habrán de ser debidamente clasificadas, practicadas y memorizadas en todos los tonos y digitaciones.
Una técnica muy útil consiste en alinear los diferentes coros de un solo verticalmente para poder analizar como diferentes conceptos son empleados en el mismo momento de la estructura. A través de este método se puede observar como están organizadas las frases, tanto desde un punto de vista rítmico (densidad, extensión) como armónico/melódico, permitiendo establecer elementos en común y diferencias con claridad.